Apasionada por el arte, la poesía, el canto y el teatro, María Mercedes Álvarez Gaviria es una mujer a la que ni el tiempo se le ha convertido en un impedimento para soñar, a sus 76 años de edad consiguió plasmar una de sus metas de vida más importantes: Ser estudiante del Salazar y Herrera, porque hoy se forma desde los principios de la filosofía y los valores integrales.

Esta mujer creció junto a su familia, bastante católica, en el barrio La América a mediados de la década de los 50 en la ciudad de la eterna primavera. Para ayudar con la sustentación de su hogar, María Mercedes, o como la llamaban sus padres ‘la vispa’, por tener un espíritu aventurero, vendía barquillos junto a su padre a las afueras del Liceo Salazar y Herrera, Institución Educativa que según ella era de las más reconocidas e importantes, y además era un lugar al que siempre anheló pertenecer.

El antiguo Rector del Liceo, Monseñor Damián Ramírez Gómez, fue un personaje importante en la formación espiritual de María Mercedes, quien realizó la catequesis de su Primera Comunión junto a él. Cada grano de arena que aportó el Presbítero Manuel a su creencia católica, hoy se ve reflejado en su vida y permanece guardado en su memoria.

En la actualidad, María Mercedes consiguió ser parte del grupo de teatro Canitas, espacio que le permite inspirar su joven espíritu artístico. Además es estudiante de la Institución Universitaria Salazar y Herrera a través del convenio que de la mano del Gerontólogo Juan Diego Galeano, de la Fundación Bertha Arias de Botero, abre la oportunidad para que más adultos mayores, como ella, puedan formarse en muchos ámbitos de su vida y cumplir sus sueños así como lo ha logrado María Mercedes.