Animación ¿Qué podría pensar alguien al leer solo esta palabra? Seguro lo primero será Phineas y Ferb, o tal vez Bob Esponja o Escandalosos. Dependiendo de su edad, puede que incluso piense en Johnny Bravo o Tom y Jerry. Por lo general, lo primero en lo que piensan será en una película o serie infantil. Pero solo es necesario pensar un poco más para ver que existen algunos que no cumplen con esa característica: Los Simpsons, Padre de familia o uno más moderno, Rick y Morty.

Además, están los dibujos animados japoneses, que cada vez parecen cobrar más fuerza. Por mencionar solo algunos, están Dragon Ball, Pokémon, Fullmetal Alchemist, Ranma ½…y que no falte el Studio Ghibli, con excelentes títulos entre sus listas.

Tras este corto recorrido, queda claro que la animación (o los dibujos animados) no son solo para niños. Ahora bien, ¿podrían catalogarse como un género? Aquí el tema se pone algo complejo, pero se puede decir que no, la animación no es tanto un género como una alternativa narrativa, pues en esta categoría hay temáticas para todos los gustos, desde las clásicas infantiles, amadas por todos, a acción, terror, aventura, humor…

Muchos cineastas recurren a esta posibilidad debido a las oportunidades expresivas, estéticas y simbólicas que ofrece, y no por su facilidad, pues a veces puede tomar más tiempo y hasta ser más costoso realizar un filme (tanto de largo como de corto aliento) animado que uno de acción real.

Como reconocimiento al arte que implica la construcción de una historia animada, a lo largo del mundo se realizan concursos para incentivarlo. Un ejemplo de esto en Colombia es El Festival Internacional de Animación La Truca, que nació en 2011 y brinda espacios de exposición, formación y premiación. A nivel internacional está la Cumbre Internacional Animayo, originaria de España, pero que se ha convertido en el primer y único festival español de animación declarado «Festival Calificador» por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood para los premios Oscar (o sea que los ganadores pueden tenerse en cuenta para los premios de la Academia).

Llegar hasta allí en definitiva no es fácil, pero uno de los principales pilares es la perseverancia, por lo que Yimbo Escárrega, un experto en el tema, propone el “#365rounds”, un reto que consiste en crear pequeñas animaciones diarias para no perder la práctica y volverlo una costumbre.

Es también fundamental la pasión por lo que se hace y creer en los sueños, algo que pasa en la IUSH, donde se estudia Animación para aprender a estructurar proyectos, guiones y crear animaciones creativas.

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