Antigüedades de más de 200 años quedaron en ruinas el pasado 2 de septiembre en el Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro, las pérdidas incluyen una de las colecciones de antropología e historia natural más grandes de la región.

El Museo tenía más de veinte millones de artículos, entre ellos momias egipcias, artefactos grecorromanos, fósiles de dinosaurios y el fósil humano más antiguo de la región, conocido como Luzia, una de las más importantes de la historia, ya que era el cráneo prehistórico más antiguo de la historia de América.

El Ministerio de Cultura ha lamentado las pérdidas y afirma tener dos teorías de lo ocurrido, una es la caída de un pequeño globo aerostático que es muy común en las fiestas de Brasil, el cual cayó en el techo y podría ser lo que provocó las llamas; o un cortocircuito que se presentó en un laboratorio audiovisual que había en el Museo. No solo Brasil perdió parte de su historia sino también algunos países que disponían de sus antigüedades en este Museo.

Es por eso que en el Liceo Salazar y Herrera es muy importante la preservación de la cultura y la identidad. Actualmente en la Sala de Juntas de Rectoría se encuentra un Baúl de Recuerdos donde según Ramiro Betancur Docente del Liceo Salazar y Herrera “yace todo aquello que fuera significativo y trascendental para perpetuar la vida y la historia del liceo para las nuevas generaciones”, este cofre contiene entre otras cosas según manifiesta Betancur “el Proyecto Educativo Institucional, el manual de convivencia, el uniforme masculino y femenino, además de fotografías y videos de numerosos acontecimientos”.

El Docente dice que la cultura que prevalece en el Liceo Salazar y Herrera y que nunca se puede incinerar, como algunas de las preciadas joyas perdidas en el Museo Nacional de Brasil, es “la unidad familiar, la diversidad cultural, la tolerancia frente a la pluralidad y la conservación y protección del planeta como entorno en el que habitamos” y termina diciendo “quien olvida el pasado, tiene un futuro incierto”.