La investigación y la sostenibilidad, los aliados en la nueva generación de baterías de ion-litio.
La empresa pública de energía eléctrica Hydro-Québec, en compañía de la Dra. Maria Helena Braga y el nobel de química, el Dr. John Goodenough, trabajan para desarrollar la batería comerciable de ion-litio con el denominado electrolito de vidrio sólido. El desarrollo garantizaría una mayor capacidad en acumulación eléctrica, carga rápida y una mayor vida útil permitiendo soportar hasta 23.000 ciclos de cargas y descargas.
La empresa canadiense logró un acuerdo con la Universidad de Texas en Austin, para transferir la patente de Goodenough y Bragada, adaptando la batería de estado sólido para el uso comercial, evitando así, la creación de dendritas causantes de cortocircuito, que convierten a la pila de litio con electrolito líquido en un elemento inflamable. El avance se logró gracias a la incursión que tiene la investigación desde la academia. En conversación con el profesor de la Institución Universitaria Salazar y Herrera, Jorge Wilson Ocampo, se remitió a los beneficios de un nuevo modelo de carga eléctrica, “La tecnología está mostrando que en un electrolito sólido la capacidad de energía es mucho mayor”, siendo a su vez un tema de sostenibilidad por “la eliminación de materiales posiblemente tóxicos” al tener un lapso de utilidad mayor.
La nueva generación en pilas, ofrece una mayor posibilidad de reciclar los materiales empleados en el producto de almacenamiento eléctrico, apuntando a la proyección de unidades de conservación que sean amigables con el medio ambiente. Es por ello que la IUSH se ha sumado desde la Escuela de Ingenierías, a incursionar mediante los grupos de investigación como el Semillero de Procesos Sempro, dirigido por la Coordinadora de la Escuela de Ingenierías Yenni Alejandra, a manejar una metodología de sostenibilidad con miras a futuro a trabajar con los indicadores de la Huella de Carbono.