Crónica: Un hombre al servicio de la Familia Salazar y Herrera
No es solo su mirada la que refleja el enorme cariño por la Familia Salazarista, es también el amor con el que habla él y su familia de esta Organización, que según ellos les ha dado tanto.
Es Don Jairo Alberto Rodríguez, un contratista que ha tenido la oportunidad, o más bien el placer, de participar de la construcción tanto del Liceo Salazar y Herrera como de la Institución Universitaria y El Centro de Encuentros la Rondalla.
La casa de Don Jairo Alberto es tan acogedora como las conversaciones que se pueden tener con su familia, pues en medio de carcajadas y muchas historias, sale a flote el recorrido de esta Organización.
Son miles de detalles que pueden esfumarse con el tiempo, pero hay algunos que permanecen todavía, la historia de esta familia con la Organización Salazar y Herrera empezó desde que el Liceo aún estaba rodeado por la quebrada que hoy pasa por debajo de las instalaciones que construyó Don Jairo, pero no es éste el único de los gratificantes recuerdos, también permanece la satisfacción de haber tomado la primera piedra que se usó para construir la Institución Universitaria y no siendo menos el hecho de haber conocido varias generaciones del par de burros de la Rondalla.
Don Jairo y su familia han recibido varios reconocimientos, entre ellos una placa conmemorativa por su apoyo a esta Organización, que han construido con ladrillos, mezcla y varillas pero sobre todo, con mucho pero mucho amor.
Su nieta María Paulina Rodríguez, hoy estudia en 8° grado en el Liceo, y siempre ha estado orgullosa por saber que su abuelo y su tío José Andrés construyeron el edificio en que ha vivido experiencias maravillosas y aprendizajes que perdurarán para toda la vida, al igual que el legado de su abuelo, al construir no solo tres edificios, sino los lugares donde toda nuestra Familia Salazarista ha vivido gran parte de su historia.